lunes, 10 de marzo de 2008

La centralidad como discurso. La Batasunización del Nacionalismo Vasco

Hay que hacer autocrítica. El nacionalismo baja. Y baja porque no somos capaces de articular un discurso que llegue a la sociedad. Sobre todo a las capas más jóvenes. Hoy no vale escudarse detrás del asesinato del viernes o detrás de la barata justificación de que eran unas generales que históricamente se le han dado mejor a los partidos estatales. El nacionalismo vasco se ha llevado un golpe. Un golpe importante. Del que sin duda nos recuperaremos, pero no sin antes hacer un ejercicio de autocrítica importante.

Ese ejercicio de autocrítica consiste fundamentalmente en no hacer como si nada hubiera pasado. Hay que hacer un análisis de mercado para ver que necesita la sociedad y que demanda, sobre todo, la gente joven.

La inmensa mayoría del país nos dirá que si que Euskadi tiene derecho a decidir su futuro. Pero esa misma mayoría nos dirá que no pierde el sueño por ello. No solo hay que pedir o reclamar la independencia. Debemos preparar al país para ella. Hay que articular un nuevo discurso que aglutine al nacionalismo democrático. Un discurso que prepare al país para la independencia sin aburrir con exigencias maximalistas. Tenemos que impulsar la construcción nacional, pero eso no se hace en foros con Batasuna -y ahora menos que nunca-. La nación se construye mejorando la sanidad pública, ventilándonos el fracaso escolar, bajando el paro a límites de paro técnico, mejorando las infraestructuras, etc. La construcción nacional viene al fin y al cabo, rodada, cuando nos dedicamos a construir nación.

Históricamente, en Euskadi siempre ha calado el discurso más central. No más centrista. Más centrado. No olvidemos aquella jornada mágica para nuestro nacionalismo cuando EA-PNV sacamos mas de 600.000 votos. Entonces, el discurso radical era el de Mayor y Redondo. Ibarretxe era el discurso centralista. Cuando hemos empezado a sufrir la batasunización del nacionalismo, con exigencias maximalistas, con llamadas a la desobediencia civil que nadie ajustaba a medidas concretas, con confrontaciones democráticas mal entendidas, es cuando el nacionalismo vasco ha empezado el paulatino adelgazamiento de sus gentes.

Por lo tanto, como medidas correctora de lo que estamos haciendo mal, o no estamos haciendo bien.
1.- Por un lado autocrítica. Es mas necesario que nunca evitar la tentación de hacer "la del avestruz". Hay que tener la cabeza bien alta. No como signo de dignidad o de prepotencia. No. Sino para ver mejor. Para ver mas lejos. Para analizar lo que la sociedad nos está exigiendo.

2.- Debemos articular un discurso que además de exigir la independencia prepare al país para ella. Un discurso que sea capaz de crear la bases solidas en las que deberemos fundamentar nuestra independencia. Un discurso moderno que adapte el nacionalismo a lo que la sociedad entiende como nacionalismo. No nos podemos permitir convertirnos en Asterix el Galo. Que por ser el mas puro de los galos acabo en una aldea. La más irreductible, pero una aldea.

3.- Debemos prepararnos, los jóvenes, para construir nación. Para tener un país cohesionado. Con un tejido empresarial saneado y unas relaciones laborales justa y estables. Un país en el que de gusto vivir. Y que los ciudadanos sientan como suyo.

Y hoy más que nunca, GORA EUSKADI ASKATUTA!!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

aupa iban.
de acuerdo q no puedes pedir el voto a cambio de ofrecerles un diputado q defienda la independencia en madrid. pero no se trata solo de cambiar de discurso. dejate de discursos. hace falta hechos. y en los hechos, basar los mensajes, los discuros.
lo que hay q empezar por cambiar, es sin duda, de gestion, de actitudes...
la diputacion debe pasta a los usuarios de la a-8. el juez lo ha confirmado, y la dipu ha respondido q no va a mover un dedo en dovolvernos la pasta, mientras q a la hora de cobrar, nos aplican recargos si efectuamos algun tramite mal. Ibarretxe (y EA) llevan 8 años hablando de un referendum q no llega... Hacemos cosas bien q no las vendemos, y hacemos cosas mal q salen en todos los sitios (hacienda de Irun, Osakidetza, Hezkuntza...). El enchufismo en torno al pnv jumela q da patrás (cuantos jovenes abogados abertzales han votado PNV o algo q "huela" parecido? pues menos que hace años, porque los jovenes abogados sufren el paro a menos que tengan carnet... y eso genera voto de castigo). El etc es largo. La solucion sencillisima: ofrezcamos soluciones a la sociedad. Soluciones a sus problemas reales y diarios (en vez de vender independentismos o cosoberanias huecas). Y por otro lado, evitemos generar repulsa y perdida de votos por gestiones sucias (Hacienda de Irun, peajes de A-8 ilegalmente inflados, enchufismos etc)

Anónimo dijo...

por cierto, anonimo = alex alba

uriarte-net dijo...

aupa guarda agujas de la estación del silencio.
Te hago una petición que necesito, personalmente con el fondo negro y letra en fino no puedo leer en blanco,
si editases el blanco en negrita personalmente podría leer con mas facilidad, es una sugerencia personal

Jon dijo...

Es cierto, esa centralidad está pasando al PSE, aunque no lo entiendo. Si el PNV quiere volver a ganar las elecciones, Josu Jon Imaz debe ir como lehendakari. Es el último gran político del PNV. Desde que se ha ido, de tumbo en tumbo los jetzales. No se puede dejar que gente como Egibar tomen las riendas del partido, ni que EA no quiera ir en coalición, ni que IU-EB siga en el Gobierno Vasco.
El futuro pasa por el PSE, pactar con ellos para pararlos. Si no, adiós a Lehendakaritza.