viernes, 9 de noviembre de 2007

ética y ciencia

3 de la tarde y me acerco a la facultad, que Urre me espera ansioso para recibir nuestro primera dosis de metralla tecnológica. Raas-zaca bum. Explota la bomba. Cling-clang. Metralla hasta por el culo mi general. Nanotecnología, ciencia, tecnología, la sinfonía inacabada de Schubert y la ley fatal para el pueblo vasco: Comer menos.

Aquello fue un auténtico chorro a propulsión de información pero sin sobrepasar los límites en ningún momento. Muy académico, pero muy informal.

No obstante, me cerniré a un debate que surgió en nuestro grupo de trabajo, independiente por otro lado de otros cuatro -creo- que había. La pregunta es la siguiente. ¿Debe la ciencia encontrarse con barreras éticas que entorpezcan el avance? ¿O en cualquier caso, se debe acabar alguna vez el avance cientifico por reticencias ético-morales? La conclusión que sacamos en nuestro grupo, fué, que la ciencia, no encierra en si ningun debate ético. La teoría de la relatividad no hace daño a nadie, aunque despues surgiera la bomba atómica de ella. Lo mismo con la clonación de seres humanos. Que alguien teorice sobre la posibilidad de crear seres humanos en laboratorios, no supone per se ningún debate ético. Es cuando nos damos cuenta de que pueden crear seres humanos a nuestra imagen y semejanza cuando la ética adquiere su sentido. Por lo tanto, las barreras éticas o límites ¿han de darse? Y en caso afirmativo, ¿han de darse en la teoría, en la raiz? o no obstante, ¿se debe limitar la aplicación real de esas teorias?

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Un beso desde la estación

1 comentario:

Zaldua dijo...

Gran debate el que os surgió. Pero yo lo prefiero a la luz de unas cañas.

No obstante, tengo muy claro que la ética no solo aparece con asiduidad en el terreno de la ciencia. La ética nos rodea, sin que podamos explicar de dónde provienen o por qué rigen nuestro comportamiento con pasmosa inmediatez algunos de sus postulados.

En líneas generales, un debate ético que merece una amplia reflexión por mi parte surge cuando las decisiones que tomamos responden a intereses personales y/o cotidianos. ¿La ética al servicio de las personas, las personas con peligro de ser sometidas a la ética, la ética conduciendo al poder económico a la senda correcta, el poder económico tiranizando a la ética...?

No me considero suficientemente cualificado para pontificar sobre la ética. No soy más que una víctima más de la sociedad de consumo, nunca encuentro tiempo para reflexionar sobre los grandes temas de la humanidad. Y es una verdadera lástima...